El gobierno argentino se manifestó este jueves confiado en que el desenlace del proceso contra la presidenta de Brasil,Dilma Rousseff, consolide la democracia en ese país, según un comunicado.
«Ante los sucesos registrados en Brasil, el gobierno argentino manifiesta que respeta el proceso institucional que se está desarrollando y confía en que el desenlace de la situación consolide la solidez de la democracia brasileña», sostuvo el escueto texto divulgado por la cancillería.
El gobierno de centroderecha de Mauricio Macri señaló que «continuará dialogando con las autoridades constituidas a fin de seguir avanzando con el proceso de integración bilateral y regional».
Rousseff fue suspendida de su cargo por 180 días este jueves por decisión del Senado para someterla a un juicio político por supuesto maquillaje de las cuentas públicas.
La mandataria será reemplazada por su vicepresidente, Michel Temer, a quien acusa de perpetrar un «golpe moderno» en su contra.
El presidente argentino no ha realizado declaraciones públicas sobre el proceso que terminó este jueves con la suspensión de la mandataria brasileña.
Sin embargo, su jefe de Gabinete, Marcos Peña, abogó este jueves por «la paz y el diálogo» en ese país y admitió que Argentina «ve con mucha preocupación la situación en lo económico».
«Brasil es nuestro vecino, nuestro hermano, nuestro aliado estratégico», subrayó Peña en declaraciones a la televisión pública y dijo «esperar que las nuevas autoridades constituyan su gobierno para seguir trabajando como países hermanos».
La expresidenta de centroizquierda de Cristina Kirchner (2007-2015), que mantuvo una excelente relación con Rousseff mientras ejerció como mandataria, no formuló declaraciones públicas ni a través de las redes sociales