Según el registro municipal, existen cerca de 89 comerciantes informales. Actualmente, el tercer piso está destinado para ventas.
Frente a la muerte natural de una persona (infarto), en los exteriores del Centro Comercial de Loja, los controles no desmayarán con personal de la Policía Municipal y Nacional. El canchón del mercado no se volverá a abrir, pese a los disturbios que continúan dándose en los exteriores de la calle 10 de Agosto y 18 de Noviembre.
Esa es la decisión de la alcaldesa de Loja, Patricia Picoita. La alternativa para que se reubiquen es la infraestructura del tercer piso del Centro Comercial, donde existen cerca de 100 espacios, de los cuales el 50% está siendo ocupado por personas que optaron por acoger la medida.
Andrea Padilla, comerciante, informó que durante algunos años lleva en la actividad, inició en la calle Rocafuerte, luego el Municipio les entregó el canchón y allí vendían hasta la semana anterior y ahora ya tiene un nuevo puesto con mejores características. “Aquí tenemos orden, limpieza, techo, seguridad y óptimas condiciones. El problema no es con los comerciantes informales, sino los ambulantes, quienes se resisten a subir al tercer piso. Las ventas cada vez van mejorando, todo dependerá del tiempo”, reveló.
Para Fabián López, director de Seguridad Ciudadana del Municipio de Loja, agregó que los policías municipales no tienen la disposición para armar pleitos o maltratar a los comerciantes, son ellos quienes llegan a agredirles y a botar las vallas para tratar de ingresar al canchón. “Este no se abrirá, esa es la decisión de la alcaldesa, lo que se busca es un ordenamiento de las ventas informales”.
Finalmente, López agregó que quienes ahora arman relajo no son todos los comerciantes, sino los vendedores ambulantes de la calle 18 de Noviembre y 10 de Agosto, quienes se aprovechan del resto de comerciantes del canchón para crear el desconcierto en la ciudadanía. Los controles no desmayarán, personal de seguridad está en la zona para evitar enfrentamientos.
Fuente: La Hora