“Lleve, 20 limones por $ 1”, “Veinticinco limones por $ 1”, “Le doy hasta 30 limones (pequeños y peruanos) por $ 1” eran algunas frases que se escuchaban ayer dentro y fuera de varios mercados de la urbe, así como en ferias, esquinas, redondeles y calles transitadas.
La oferta de limón ecuatoriano comenzó a crecer desde hace unas tres semanas, dicen los vendedores, cuando ingresaron ya las primeras cosechas de provincias costeñas como Santa Elena y Manabí. Antes de eso, el limón escaseó y llegó a venderse al público hasta en $ 0,25 y $ 0,30 cada unidad.
En septiembre pasado, el limón llegaba de Colombia y solo una parte se quedaba en el país; el resto iba a Perú, que también tuvo escasez por el invierno que destruyó sus cultivos, comentaron en ese entonces los vendedores. Ahí la saca llegó a costar hasta $ 240.
Ahora, el limón que se oferta en los mercados y tiendas es el ecuatoriano (grande y brilloso) y el peruano, que es más pequeño y su color es más opaco, indican los comerciantes.
El limón peruano está más barato y se da entre 25 y hasta 30 unidades por un dólar, afirman los vendedores.
En el Mercado de Transferencia de Víveres de Guayaquil, en Montebello, los dueños de comedores y locales de comidas salían ayer con limón ecuatoriano que compraban a entre $ 34 y $ 35 el saco de unas 1.000 a 1.200 unidades nacionales, llamadas también zona.
Luis Román, del local 6-3, era uno de los vendedores que ofertaban el limón ecuatoriano y también el peruano. Él tenía ayer la saca del ecuatoriano (de unas 1.200 unidades) a $ 34. La cosecha era de Manabí, mientras que la saca (unos 1.400) del peruano estaba en $ 25. Sus clientes prefieren el ecuatoriano, que es más grande.
Stalyn Marín, de 20 años, también oferta 20 limones ecuatorianos por un dólar, más la yapa (otra unidad adicional) que le pedían unos clientes. Él estaba afuera del Mercado Municipal de Sauces 9, en el norte. Cuenta que la oferta varía dependiendo del precio diario y del tamaño de la saca.
“Ya era hora de que haya limón otra vez. En la mesa es infaltable”, dijo Nancy Figueroa, que compró dos fundas. (I)
Fuente: El Universo